La verdadera historia de Santa Claus
- dogmaargentina
- 12 dic 2017
- 5 Min. de lectura
Santa Claus:¿mito o realidad?
Dogma siempre intenta buscar la verdad sobre los mitos, leyendas o suposiciones que va encontrando en cada caso en particular, y en este diciembre que despide el 2014 una buena idea fue ofrecerles un suplemento especial sobre Santa Claus.
En vísperas de Navidad, todo el mundo espera la aparición de un mítico personaje que provoca la atracción y la felicidad de grandes y niños. Algunos cuentan su historia, varios esperan ansiosamente verlo y otros, unos pocos, aseguran haberlo visto.
Pero en verdad ¿qué sabemos de Santa Claus? ¿Es real o es un ser mágico? ¿Hay registros de avistamientos y encuentros? ¿Dónde nace su historia?
A partir de estas líneas se buscará encontrar la respuestas a todos estos interrogantes y llegar a saber si Santa Claus es un ser mágico, una leyenda o si en realidad existe. Por empezar, vale aclarar que, a lo largo de años, en todo el mundo se han registrado avistamientos y, hasta donde se conoce, también se han documentado.
Registros sobre avistamientos: • Los exploradores Jasón Bradley y Ulises Connelly descubrieron en su última expedición al Polo Norte una fosa profunda que resultó ser la entrada a una majestuosa región. Con cámaras robóticas de alta tecnología y sondas lograron observar habitaciones y salas de trabajo donde cientos de seres parecidos a los que por tradición han sido llamados duendes o gnomos fabricaban juguetes
• Los pasajeros que viajaban de Guadalajara al Distrito Federal la noche del 24 de diciembre de 2012 en el vuelo Y4-739 aseguran haber visto el trineo de Papá Noel. Algunos captaron el momento en video, que rápidamente se compartió en las redes sociales.
• El diario digital japonés newsonjapan.com dedicó su portada a la oleada de avistamientos en ese país del lejano oriente durante el mes de agosto. Tras analizar los videos recibidos, decidió publicar lo que consideró altamente creíble. El avistamiento masivo del pasado 25 de agosto a la 1.30 en el Canal de la Mancha fue la razón por la que el diario japonés abrió la opción de considerar por primera vez en la historia reciente de los medios de comunicación el testimonio gráfico como una evidencia auténtica.
La verdadera historia de Santa Claus, Papá Noel o San Nicolás
Aproximadamente hace 1500 años, en un pueblo llamado Patára, antiguo puerto de Licia ubicado en las costas del mar Mediterráneo –actual Turquía–, nació un niño de padres muy ricos, quienes le pusieron por nombre Nikelaos, que significa “la victoria del pueblo” y que, traducido a nuestro idioma, es Nicolás y, en inglés, Claus.
Desde muy pequeño, Nikelaos se mostró apasionado por la vida de Jesús. Se dice que se juró a sí mismo seguirlo como ejemplo y prometió ayudar siempre a los pobres, sanar a los enfermos, perdonar a sus enemigos y ser un espejo de bien para los niños que se acercaban para que los bendijera. En su adolescencia cayó en desgracia al perder a sus padres pero, fiel a su forma de encarar la vida, la suntuosa herencia obtenida sirvió como excusa para impulsar aún más su causa y comenzó a gastar los bienes con el único objetivo de ayudar a los otros.
Nikelaos tenía un amigo tan rico como él, pero desgraciadamente quedó en la ruina y debió hacerse cargo de sus tres hijas sin un centavo. Sin saber qué hacer, se le ocurrió como única alternativa “venderlas” a familias que pudieran darles el estilo de vida al que estaban acostumbradas. Nikelaos, al ver esta situación, todas las noches se metía por la chimenea de la casa de su amigo y le dejaba regalos en oro para que pudiera sobrevivir sin decir quién era su “ángel salvador”.
Claus se convierte en obispo Muy cerca de Patára, en un pueblo llamado Myra, había un obispo que estaba muy viejo y cansado, y no
encontraba quién lo sustituyese en el cargo. Un día, mientras rezaba en la iglesia, Jesús le prometió que el próximo hombre que cruzara la puerta del recinto iba a ser quien lo sucediese… A Nikelaos, que justo pasaba por allí, se le ocurrió entrar al templo y así fue como, a pesar de su juventud, fue convertido en obispo de Myra. Fiel a sus enseñanzas y creencias, Nikelaos dedicó todo su tiempo en lograr que este pueblo basara su estilo de vida en las enseñanzas de Jesús, al inculcar el amor al prójimo, el perdón, la misericordia, la caridad, etcétera.
Nikelaos se convierte en Santo Cuenta la leyenda que en Myra había gran escasez de alimentos. Cerca de la ciudad pasó un barco cuyas bodegas desbordaban de comida. Nikelaos convenció a su capitán de vaciar el depósito de la embarcación para la gente pudiera alimentarse. Se dice que el capitán aceptó ayudar al pueblo y cuando el barco volvió a zarpar, ya en viaje, sus bodegas aparecieron llenas nuevamente. Otra de las leyendas sobre su santidad habla de un mal hombre que mataba a niños para cocinarlos en su restaurante. Nikelaos acudió al local, retó al hombre con gran ímpetu y, para que no volviera a hacerlo, resucitó a los niños que yacían en el lugar.
Nace una leyenda…

La fama de Santa Claus se propagó por toda Europa. Se convirtió en patrono de niños, de marineros, de las fiestas navideñas y de Rusia. Un buen día comenzó a correr el rumor de que iban a robar el cuerpo de Santa Claus. Entonces unos navegantes italianos llevaron el sarcófago desde Myra hasta Bari, en la costa este del sur de Italia. Así es como nace el nombre de San Nicolás de Bari. Marineros de todo el mundo pasaban por allí y hacían circular la leyenda de Santa Claus, que llegó a América del Norte, donde creció el fanatismo por su figura y se lo apodó Santa.
Una noche de Navidad, en Nueva York, los hijos del escritor Clement Clarke Moore le pidieron que les contase la historia de Santa Claus. Así surgió “En la víspera de Navidad”, donde el autor incorporó detalles tales como que cada 25 de diciembre Santa Claus baja por la chimenea para dejar regalos a todos los niños buenos del mundo. A un pintor llamado Haddon Sundblom, que trabajaba en la sección gráfica de Coca Cola, se le ocurrió pintar el personaje como una figura regordeta, con cachetes colorados, la blanca barba y un traje rojo, bebiendo un gran vaso de esta famosa gaseosa.

Conjugando todas estas historias se conforma el Santa Claus que todo el mundo conoce en la actualidad…
En la ciudad de Myra todavía existe la iglesia donde vivió Nikelaos y en Bari se veneran las reliquias del cuerpo de Santa Claus, que sigue emanando el milagroso y perfumado aceite curativo.
Ahora que conocemos la historia y sabemos que Santa Claus, Papá Noel o San Nicolás –como prefiramos llamarlo– fue un ser de carne y hueso que sembró amor entre la comunidad con un solo objetivo, hacer el bien y servir a su convicción y enseñanza, así como tantos hombres y mujeres que entregan su vida por una causa noble –médicos, enfermeros, maestros– aun después de muertos suelen ser vistos en sus lugares de trabajo porque continúan estando allí ayudando, brindando amor y cariño a esa profesión o forma de vida que tanto se dedicaron a cumplir, ¿no sería lógico suponer entonces que con Santa Claus podría estar sucediendo lo mismo? Que sigue ahí, apareciendo para aquellos que no tienen un regalo o simplemente creen en estas bondades… Lo único que se puede asegurar es que la Navidad es un momento mágico donde todo, absolutamente todo, puede suceder.
¡¡¡Feliz Navidad!!!
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