La delgada línea entre la vida y la muerte ¿se pueden revivir a los fallecidos?
- dogmaargentina
- 1 abr 2016
- 5 Min. de lectura
INFORME. Investigadores afirman que se puede llegar a revivir a los muertos
La eterna búsqueda que se persigue desde que el hombre ha elevado su crecimiento intelectual y su formación científico-profesional, la de encontrarle la vuelta a la resurrección, que no es otra cosa que volver a la vida alguien ya muerto, es un tema que desvive a muchos investigadores y científicos, que se han sumergido en un territorio explorado solo a medias, porque hay mucho de misterio en eso de emerger de la muerte física. Es que el cuerpo solo deja de existir cuando el corazón deja de latir, falta el oxígeno o mueren las células cerebrales… Y solamente cuando la tumba llega a su destino final.
Al menos, esa es la impronta que buscan estudiar varios científicos que se dedican a estudiar todo lo concerniente al final de la vida. Como el notable científico inglés Sam Parnia, quien recientemente describió un caso en particular sobre cómo devolvió a la vida a una persona que sufrió un paro cardíaco y rozó la muerte, muchos minutos después de lo que la lóigica marca como tarea de resucitación, en casos extremos.
«Después de 4.500 compresiones torácicas, ocho descargas de desfibrilador e incontables viales de adrenalina, el corazón del paciente había empezado a latir de nuevo.”, indicó el británico afincado en Nueva York.
La investigación fue publicada en el libro “Resurrecciones” y, pese a que resulta perturbador, el experto afirma que hay una línea delgada entre la vida y la muerte, la que se puede trasponer en un increíble juego de ida y vuelta, en la que no está dicha la última palabra.
Así, el doctor Pamia expresó al diario “ABC” de España que, luego de realizarle el proceso al paciente, la persona pudo recuperarse tras ser sometido bajo 33°C de enfriamiento. Al respecto, el investigador agregó que dicho mecanismo tuvo como objetivo mantener las neuronas en buen estado gracias a una máquina especial llamada “Sol Ártico”.
“Si continuamos con las tareas es porque veíamos que teníamos posibilidades de recuperar a la vida al paciente, algo que finalmente se dio
Regresó feliz.
Joe Tiralosy, la persona que fue inducida bajo el sistema “Sol Ártico”, contó varios días después que retornó a su domicilio sin haber evidenciado sufrir algún tipo de secuelas neurológica, algo muy común cuando el corazón deja de irrigar sangre al cerebro durante un lapso prolongado. Es más, los estudios complementarios a los que fue sometido no mostraron alteración alguna en su inteligencia o en sus conocimientos adquiridos previamente.
Parnia es toda una autoridad en la materia. Ha hecho numerosas apariciones en diversos medios de todo el mundo, y es muy reconocido por sus documentales «The Day I Died» (El día en que morí) y y «En el momento de la muerte» (At the Moment of Death), además de haber escrito varios libros, entre ellos, «¿Qué sucede cuando morimos?» y «El Efecto Lázaro», uno de los más exitosos, además de haber sido traducido a nueve idiomas. Por eso, sus expresiones sobre la “resurrección” de un paciente, casi 30 minutos después de haber “muerto”, adquiere fgran importancia.
Hay más que probar
De todas maneras, no es el único método que se puede intentar reanimaciones. En ese sentido, la especialista española Mari Cruz Martín, vicepresidenta de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias indicó: «El concepto básico para reanimar es cuanto antes mejor. Y 10 minutos es el periodo máximo», asevera. De todas maneras, la doctora no descartó excepciones. Según explicó, “en algunos pacientes hay casos excepcionales para seguir más allá de los 30 minutos con los ejercicios de reanimación. El factor humano también cuenta: En los niños siempre cuesta más dejar de reanimar, por lo que generalmente el tiempo se alarga».
Otros mecanismos
Existen otros medios mecánicos, como la oxigenación por membrana extracorporal (un tratamiento que utiliza una bomba para hacer circular la sangre a través de un pulmón artificial y la devuelve al torrente sanguíneo), lo que puede alargar la agonía de una persona por varios días, ya que funciona como un bombeador que permite cumplir las funcions del corazón, y así abastecer al resto de los órganos que, si están sanos, funcionarán sin problemas.
También existe el llamado sistema de Hipotermia, que disminuye la temperatura corporal de modo controlado, por lo que les da más tiempo a los médicos para actuar en el paciente con problemas extremos, ya que ayudan a extender en el tiempo el proceso de la muerte, para poder revertirlo.
De todas maneras, sea cual fuere el sistema, la lucha de los científicos por encontrar una respuesta que permita comprender porqué algunos pocos vuelven, y otros muchos no logran regresar de esa delgada línea, marcan una impronta que toda la humanidad querría conocer.

Quién es Sam Parnia
El médico y científico británico Sam Parnia es profesor asistente de medicina de cuidados críticos en la Universidad E statal de Nueva York, donde dirige el proyecto de investigación «Resurrección» (Resuscitation Research, su nombre en inglés) y es miembro de la unidad de medicina pulmonar y cuidados críticos de la Universidad de Cornell en Nueva York.
Parnia es conocido por ser un destacado experto en la investigación de las experiencias cercanas a la muerte. Fundó el Grupo de Investigación de la Conciencia (Consciousness Research Group), y es presidente de la Fundación para la
Investigación Horizonte (Horizon Research Foundation).
Graduado en la escuela de medicina «Guys and St. Thomas» de la Universidad de Londres, pasó a obtener su doctorado en biología celular y molecular en la Universidad de Southampton, en el Reino Unido. Completó su formación de postgrado en medicina interna, crítica y pulmonar en la Universidad de Southampton, la Universidad de Londres, y el Centro Médico Weill Cornell en Nueva York.
Además, es miembro del «Royal College of Physicians» y ha servido como miembro en el «Cornell and Columbia Medical Centers’ Cardiac Arrest Resuscitation Committee», junto con el «Southampton University Trust Hospitals Cardiac Arrest Resuscitation Committee», donde puso en marcha el primer estudio de habilidades cognitivas y procesos mentales que ocurren durante un paro cardiaco en el Reino Unido.
Asimismo, publicó numerosos artículos en revistas científicas sobre medicina pulmonar, mecanismos de los procesos cognitivos asociados a paro cardíaco. Además colabora con «The New England Journal of Medicine», así como la revista «Resuscitation and critical care medicine». Su trabajo ha sido presentado en varias reuniones científicas nacionales e internacionales. Los resultados de sus estudios se publicaron en la revista médica «Resuscitation».
LOS TANATONAUTAS
Cuando un autor imagina mucho más
El escritor francés Bernard Werber es conocido sobre todo por su trilogía de las Hormigas y sus numerosas novelas. En su obra se encuentran elementos de mitología, espiritualidad, filosofía, ciencia-ficción, biología y futurología. Nacido en 1961 en Toulouse, si bien alcanzó la fama con Las hormigas, y que refrendó con El Día de las Hormigas, dos best sellers traducidos a 17 lenguas,ya en 1994 escribe Los Tanatonautas, en la que se introduce en la gran epopeya moderna que se adentra en los misterios de la muerte. Plagado de informaciones científicas, a menudo inéditas, y de textos sagrados e iniciáticos secretos de las principales religiones, Werber nos lleva a descubrimiento del último continente, más allá de nuestra imaginación. Siguiendo a los tanatonautas, usted conocerá sus sueños y terrores insondables, se someterá a leyes de un universo extraño, donde se esconde el enigma que obsesiona a los seres humanos desde siempre… Porque los tanatonautas (aquellos que estuvieron en esa delgada línea entre la vida y la muerte, cuando esa luz que muchos descubren los atrapa), permite imaginar lo que jamás persona alguna supo. Explorar la vida de después de la vida. La odisea más sorprendente de todos los tiempos, y una cuenta pendiente que vale leer.
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